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miércoles, 14 de enero de 2015

Zafiro: Capítulo 7

¡Tachán! Aquí está el capítulo siete. Esta vez lo he intentado hacer tan largo como los primeros ;P
He dedicado este capítulo a todos esos hermanos pequeños del mundo. ¿Nos tocáis muchísimo la moral a los grandes? Sí. ¿Sois insoportables e irritantes? También. ¿A veces nos entran ganas de mataros o abandonaros en un desierto? Definitivamente sí. Pero seguiréis siendo el hermano pequeño que corre a abrazarnos cuando volvemos del colegio o de salir con los amigos, que intenta animarnos cuando nos ha ido mal el día (por cualquier razón) o que nos hace dibujos para nuestros santos o cumpleaños.  Pero sobretodo porque llegáis con facilidad a nuestro corazón y nos hacéis quereros con fuerza.
Vale me he emocionado un poco hahaha
Resumiendo, este capítulo va dedicado a los hermanos pequeños (cuando lo leáis entenderéis porqué). Me disculpo por la ausencia. Nada más y disfrutad :D
¡No dudéis en comentar! \0/

Dios mío. Mi madre no solía llamarme muy a menudo, lo que significaba que algo grave debía de estar sucediendo. Y yo no le he cogido el teléfono, madre mía, debe de estar subiéndose por las paredes. Espero que este bien y que no haya irritado al señor Por-favor-llámame-papá, podría tirarla por la borda de su estupendo yate y dejarla naufragando a su suerte.
Oí un golpe seguido de un gritito de dolor. No me había dado cuenta de que Gwendolyn seguía caminando a mi lado pese a que yo la había soltado.
¾ Perdona ¾Dije rápidamente¾ Este estúpido móvil no tiene cobertura aquí abajo y tengo treinta y cuatro llamadas perdidas, todas de mi madre ¾Dirigí mi dedo hacía el botón de mensajes, y lancé un largo suspiro, cansado¾. Ha dejado once mensajes de voz.
¾ ¡O me quitas esta estúpida venda, o me guías! ¾Gritó Gwendolyn, pegada a la pared. Parecía guiarse con las manos, deslizándola por ellas mientras avanzaba a tientas por el pasillo. Estaba realmente enfadada, y en realidad, no le faltaban razones.
¾ Está bien ¾Respondí, acercándome a ella. No le quité la vista de encima al pequeño aparato en ningún momento. Le puso de nuevo la mano en la espalda y la fui empujando levemente hacía delante, haciéndole caminar al mismo ritmo que yo.
¾ ¿Ha pasado algo? ¾Preguntó ella, al cabo de un rato.
Suspiré, pensando en la razón por la que probablemente me había llamado mi madre.
¾ Seguramente ¾Le contesté finalmente¾  No solemos llamarnos mucho, así que… Mierda, sigue sin haber cobertura.
¾  Tal vez alguien esté enfermo ¾Sugirió, intentando restarle importancia al asunto¾ O tal vez te hayas olvidado de algo importante, como el cumpleaños de un familiar.
Sé que trataba de calmarme, pero lo único que estaba haciendo era ayudarme a descartar opciones, y por tanto, confirmándome aún más mis temores…
¾ No, no es eso ¾Respondí, algo inquieto¾ Nunca olvido un cumpleaños. Tiene que ser algo sobre Raphael.
Estaba al 99% seguro de que era sobre Raphael, mi hermano pequeño. Lo tenían tan mimado que hacía lo que quería, pero a lo bestia. Conducía sin carnet, se lanza des de acantilados y escala sin arnés. Y muchas otras cosas, pero, si las mencionara todas podría escribir un libro e incluso ganar un bestseller.  Fuera bromas. Lo más probable es que mi hermano la hubiera liado bien gorda, y yo ya no sabía que esperarme de él.
<<¡Bien! ¾Pensé¾ Ya tengo cobertura>>
Volví a soltar a Gwendolyn sin preocuparme en avisarla ni de parar de caminar. En otra ocasión me hubiera golpeado la cara con los puños a mí mismo por hacerle eso a una chica, pero estaba demasiado angustiado como para pensar en la salud física de mi compañera de saltos en el tiempo.
Me puse enseguida a escuchar el primer mensaje de mi madre.
<<¡Gideon! Cariño, por el amor de Dios, coge el teléfono ¾La voz de mi madre sonaba alarmante¾ Tenemos problemas, tu hermano… Raphael se ha vuelto a meter en líos, necesito tu ayuda. Responde al teléfono ¾Suplicó>>
Me dispuse a escuchar el siguiente.
<< Tesoro, sé que probablemente estas muy ocupado con todo ese rollo de los viajes, pero esto es importante de verdad. Coge el teléfono de una vez ¾Se le quebró la voz¾ Raphael ha…>>
La llamada se ha cortado antes de que pudiera explicarme nada. Tras varios intentos fallidos de mi madre para que yo cogiera el teléfono y hablarme directamente, finalmente optó por explicármelo todo en un mensaje.
<<Está bien… Gideon tu hermano se ha escapado. No tenemos ni idea de por dónde para, pero sospechamos que irá contigo, por favor, encuentra a tu hermano y hazte cargo de él por el momento. ¾Lo suponía, siempre pasaba algo por el estilo y siempre acababa yo haciéndome cargo de ello¾. Mucha suerte, ¡Te quiero, hijo!>>
Fin del mensaje.
Pues estaba bien jodido, como si no tuviera ya suficientes problemas con el hecho de la logia y con Gwendolyn, ahora encima mi hermano se añade a la lista.
Guardé el teléfono y me percaté de los torpes pasos de Gwendolyn. ¡Vaya! No me acordaba de que seguía andando con la venda. Sus mejillas estaban rojas del esfuerzo que había hecho por no chocarse contra nada ni caer. Me sentí tentado y antes de quitarle la venda le puse las manos en las mejillas, con intención de calmarla un poco. Pero enseguida deslicé mis manos hacía su nuca y le desaté la venda. Sus bonitos ojos buscaban los míos con recelo mientras se adaptaban a la luz procedente del taller de madame Rossini.
¾ Lo siento, Gwendolyn ¾Dije, aún afectado por las noticias¾ ¿Encontrarás el camino de vuelta a casa des de aquí?
Le informé de que el coche la estaba esperando fuera y sin esperar su respuesta le sonreí mientras le acariciaba la mejilla brevemente y me dispuse a irme echando leches a casa. Le iba a caer una buena bronca a Raphael.
¾ ¿Qué ha pasado? ¾Preguntó a gritos.
Sin aflojar le respondí, elevando la voz.
¾ Mi hermano se ha largado de casa, y ya puedes imaginarte dónde habrá ido.
Dicho esto me aleje por el pasillo y salí al exterior. Me subí en mi mini coche y le puse el turbo hasta mi apartamento. La puerta no estaba cerrada con llave. Maldita sea, Raphael.
Cerré delicadamente, procurando no hacer ruido alguno delatando mi presencia. Se oían ruidos en la cocina. Me acerqué con sigilo y vi a mi hermano, de espaldas a la puerta (dónde yo me encontraba) haciéndose un bocadillo de cinco pisos, el cual dudaba que pudiera meterse en la boca. Ese mocoso no solo se había escapado de casa, sino que también estaba arrasando con todo lo que se encontraba en mi nevera. No quedaba nada de jamón, ni de mayonesa, ni de lechuga… Que desastre. Decidí estrangularlo cuando vi que estaba untando lo que sería la novena capa de mantequilla de cacahuete.
¾ Voy a matarte ¾Murmuré mientras saltaba hacia él, pasándole el brazo por el cuello y estrangulándolo por atrás (no lo suficiente para matarlo, pero si para asustarlo un poco).
Mi hermano pequeño dio un brinco y el cuchillo con el cual estaba untándose la mantequilla cayó al suelo, pringando este y sus zapatos.
Puso sus manos sobre mi brazo e intento zafarse de mí, pero no lo consiguió.
¾ Joder, yo también me alegro de verte, Gid ¾Soltó mi hermano, algo ofendido y decepcionado.
¾ ¡Cómo se supone que me voy a alegrar de verte si te has fugado de casa, idiota! ¾Grité mientras le soltaba. No sin antes propinarle un buen puñetazo en el pecho. Él dio un paso hacia atrás y derribó medio sándwich.
¾ Mira lo que has hecho ¾Se lamentó, mirando al sándwich con una mezcla de pena y deseo a la vez¾. Aguanta pequeño.
Se disponía a arreglarlo, pero yo le agarré de la camiseta y lo arrastré hasta el sofá. Él cayó bruscamente hacía atrás y quedó semi recostado en una de las puntas del pequeño sofá.
¾ ¿A caso quieres partirme el cuello? ¾Inquirió, frunciendo el ceño mientras se masajeaba la zona mencionada.
Le fulminé con la mirada mientras le lanzaba un cojín a la cara.
¾Más te vale tener una buena explicación para todo esto ¾Siseé.
¾ La tengo ¾Contestó, con una sonrisa arrogante¾. Simplemente estaba cansado de toda esa mierda. Y quería conocer a más chicas.
Juro que tengo mucha paciencia, pero aquello pudo conmigo. Generalmente mi hermano lograba sacarme de mis casillas con facilidad.
¾ ¿Qué? ¾Pregunté cabreado¾ ¡Te pido una explicación, y eso es lo que me dices! ¿Cansado y aburrido de las chicas de Francia? Eres el individuo más idiota y desquiciante que existe en la faz de la Tierra ¾Exploté¾ ¡No puedes hacer lo primero que te viene a la cabeza, sin pensar primero en los riesgos y las consecuencias de ello!  ¿Sabes lo angustiada y preocupada que estaba mamá? No lo sabes, ¿verdad? ¡Porqué solo te importan tus estúpidos caprichitos de niño rico! ¾Grité, impulsado por la furia¾ Si por un solo segundo, te has planteado la idea de que viniendo a mí conseguirás más libertad y que encima tendrás mi aprobación, lo siento hermano, pero estás muy equivocado ¾Señalé, mientras me acercaba en dos zancadas hacia mi hermano y me inclinaba hacía él, tanto que nuestras narices se tocaban.
¾ Ya lo sé ¾Respondió él, como si eso fuera la cosa más obvia del mundo. Y quizá lo fuera. Pero eso no borró de mi cara la incredulidad. Mi hermano soltó una risotada al leerme un <<¿Qué co…?>> en la cara¾. Lo sé, por eso he venido hasta aquí. Quería probar algo nuevo. Quería tener normas por una vez, que alguien me impidiera hacer locuras demostrando que le importo. Quería verte y estar contigo, porqué te echo de menos. ¾Siguió diciendo mi hermano, haciendo que mi corazón se inflara de orgullo y felicidad¾ Quería ser como tú ¾Declaró, rotundamente.
Abrí mucho los ojos, molesto (porqué el no debería querer ser como yo, y pasar por lo que yo estoy pasando), sorprendido y feliz por las palabras de mi hermano. Lo gracioso es que las dijo de una forma tan natural, que parecía que realmente era un ejemplo a seguir. Y dejándome ver lo solo que se sentía y lo abandonado que lo había tenido mi madre con su estúpido novio ricachón.
Es curioso, como mi hermano puede sacarme tan fácilmente de mis casillas, pero como puede emocionarme tan fácilmente y con tanta naturalidad.
Me tragué mi orgullo de hombre y le di un fuerte abrazo de padre oso. Mi hermano empezó a gritar cosas como <<¡Suéltame, Gid!>>, <<¡Me estás ahogando!>>, <<¡Vaya sensiblón estás hecho!>>, y cosas por el estilo. Pero yo no lo solté, incluso lo apreté más fuerte (en parte porque sabía lo que le fastidiaban mis abrazos). Finalmente él cedió y me devolvió el abrazo.

Me alegraba de que nadie estuviera viendo esa escenita de película en la que mostraba mi lado vulnerable. Sino mi reputación se iría a la mierda.

6 comentarios:

  1. Jajaja, quien diris que Gideon podria tener esa faceta de sensiblón.
    Me encanta, porfavor siguela pronto

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    1. ¿Verdad? Jamás me hubiera imaginado a Gideon en esa situación, pero claro, ¡de cara al público es completamente diferente a cómo es en realidad! Por eso he querido darle un momento tierno ya que siempre tiene ese aspecto frío y arrogante. Y ¿quién mejor que su hermano para lograr sacar ese lado de él? (a parte de Gwen claro ;P)
      ¡Muchas gracias por leer y comentar! ^^ Da gusto recibir una bienvenida así.
      Besoooos

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    2. Pues de nada.
      Y tienes razon siempre anda un poco frío, y solo se le quita cuando esta algunas veces con Gwendolyn, pero claro que con su hermano tendría que hacer asi.
      Pues tu te mereces una bienvenida mejor.

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    3. Awww :3
      ¡Muchas graciaaaas! Eres muy amable.
      Esa es una de las muchas razones por la que os aprecio tanto ^^
      Besitoooos ♡

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  2. Muy bien! aunque se ha hecho esperar está genial!

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    1. Ya, lo siento mucho. Es que me ha costado habituarme al nuevo ritmo. Pero finalmente lo he conseguido y puedo organizarme mejor ^^
      ¡Muchas gracias! :3
      Besooos

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